(Tribuna Abierta ABC , publicat avui 13/06/2011)
Finalizada la semifinal de Champions entre el Barça y el Real Madrid, Pep Guardiola rechazaba la “posible relación” entre la poesía de su admirado Martí Pol y su propuesta futbolística. Para el sensato entrenador el fútbol podría llegar a sugerir muchas cosas pero entre ellas no se encontrarían algunos de los valores a los que hoy frívolamente apelan en masa hasta las escuelas de negocios más egocéntricas. Estaríamos más cerca de los rentables “pebrots” de Nike y de las noñerías cerveceras con las que se equiparan los valores de Cataluña. Y es que con tanta recuperación de valores, a granel, pronto hasta la porquería televisiva de “Sálvame” ostentará alguno. Precisamente Amin Maalouf en su último libro y hablando de ello explica como desde su punto de vista “no se trata de volver a encontrar sino de inventar”. Es decir, innovación versus vacua retórica.
Y en esto aparece el debate precongresual del PSC. Bienvenidas agendas, bienintencionados decálogos, manifiestos, hashtags….todos ellos cortados por el mismo patrón . Salvo honrosas excepciones avaladas algunas por el tiempo , y no por la coyuntura , y otras por la actitud propositiva. Hemos dejado tan de lado la meritocracia, hemos ejemplificado tan mal , que cualquier zangolotino, si se me permite esta inocua licencia lingüística, se ve capacitado para hablar y pontificar sobre cualquier cosa que le plazca tergiversando los dos imperativos básicos que Oscar Wilde entendía que eran necesarios para poder ser escritor : tener algo que decir y decirlo. Resulta bochornoso ver como caen en la red - nunca mejor dicho- de la disputa personajes que hace bien poco compartían plácidamente una canoa con la corriente a favor . Debate, si, pero desde el sentido común. Valiente pero constructivo. Y plural, si, pero desde la legitimidad propositiva. No se puede , por ejemplo, reclamar ahora un giro a la izquierda cual brindis al sol habiendo ostentado desde hace más de 30 años responsabilidades ejecutivas en el partido y en las instituciones. Si no es así, el PSC corre el riesgo, serio, de autoinmolarse en el ágora pública. Ese debate abierto y riguroso le ha de llevar desde la unidad a un Congreso de refundación y renovación radical . A la recuperación del valor, en singular, de la simpatía, esa tendencia de dos cosas a unirse o actuar una sobre la otra. Y a la recuperación del valor, en singular, de la ilusión. Porqué detrás de esa suma de valores es donde está la gente.
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