Raimon Obiols ens recorda , en un interessant escrit al seu bloc, el retorn ideològicament referencial de Marx fruit segurament de la situació econòmica actual. En 1848 Marx i Engels donaven a conèixer el Manifest Comunista. Tot i que no estic recomanant la seva lectura per que fàcilment es poden intuir mil activitats més gratificants , si hom es troba deprimit pot acabar d’adobar-ho amb una lectura de l’ esmentat manifest per obtenir alguna curiosa sorpresa. Dit això , en el treball de Marx i Engels podem trobar un primer vaticini del molt posteriorment anomenat fenomen de la globalització. 160 anys després ¡¡¡
Així podem llegir : “Espoleada por la necesidad de dar cada vez mayor salida a sus productos, la burguesía recorre el mundo entero. Necesita anidar en todas partes, establecerse en todas partes, crear vínculos en todas partes. Mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía dio un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los países. Con gran sentimiento de los reaccionarios, ha quitado a la industria su base nacional. Las antiguas industrias nacionales han sido destruidas y están destruyéndose continuamente. Son suplantadas por nuevas industrias, cuya introducción se convierte en cuestión vital para todas las naciones civilizadas, por industrias que ya no emplean materias primas indígenas sino materias primas venidas de las más lejanas regiones del mundo, y cuyos productos no sólo se consumen en el propio país, sino en todas las partes del globo. En lugar de las antiguas necesidades, satisfechas con productos nacionales, surgen necesidades nuevas, que reclaman para su satisfacción productos de los países más apartados y los climas más diversos. En lugar del antiguo aislamiento de las regiones y naciones que se bastaban a sí mismas, se establece un intercambio universal de las naciones, una interdependencia universal de las naciones. Y esto se refiere tanto a la producción material, como a la producción intelectual (...) Merced al rápido perfeccionamiento de los instrumentos de producción y al constante progreso de los medios de comunicación, la burguesía arrastra a la corriente de la civilización a todas las naciones (...) Obliga a todas las naciones, si no quieren sucumbir, a adoptar el modo burgués de producción, las constriñe a introducir la llamada civilización” .
Sense comentaris. Segurament el poder del marxisme segueix intacte. Potser no moltes de les seves idees polítiques que per una banda obeïen a determinats anhels i somnis d’igualtat i que , per altra , van ser administrades des de la ineptitud o negligència política.
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