A la indignación que debieron sentir miles de latinoamericanos , entre otros, cuando se enteraron de la aprobación de la dura directiva contra los "sin papeles" añado hoy mi sentimiento de vergüenza ajena que no por insignificante voy a dejar de expresar en voz más o menos alta aunque sea únicamente a mis amigos.Y como todo en la vida, con un punto agridulce.Por un lado agria verguenza porque una gran mayoria de eurodiputados llamados de izquierda, eufemísticamente progresistas, desacelerados ideologicamente o , para entendernos mejor, en estulta crisis de identidad, hayan avalado con sus votos, ostentosamente , sin inmutarse, sin arrugar sus trajes modelo movimiento nacional , que por ejemplo los menores no acompañados podrán ser entregados a tutores que no sean familiares directos. Poco procrean (o adoptan) nuestros/as eurodiputados/as...o lo que es peor , eufemísticamente hablando, que poco lo intentan.Dulce porque dos eurodiputados catalanes han demostrado votando en contra, integridad y coherencia, por cierto, ese es el contracto que presuponemos al votarles. Agria porque curiosamente, el eurodiputado más jóven, un tal Martí nosequé, al cual por pura aplicación de las leyes más elementales de la antropología, se le presupone mayores dosis de gallardía y coraje, haya mirado para otro lado.Que larga puede llegar a ser la carrera del electo debió pensar.O tal vez no tuvo un familiar republicano perseguido por el odio franquista que fuera recogido en alguna de esas repúblicas bananeras de latinoamérica que con el paso de los años y cuando las eventuales vacas gordas se instalaron por estos barrios dando mano de obra barata.Y ahora la crisis.....
Foto : Javier Bauluz (Premio Pullitzer)
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